Un científico, enfrentado a las desconcertantes fisonomías y dolores del
alma, al final de su vida recapitula y pone orden no sólo en la memoria
de los hechos vividos sino en el almacén de imágenes que el sueño
proporciona a la conciencia. Gracias al empeño de Jung, la
interpretación de los signos que envuelven nuestra vida
será un ejercicio de veracidad imprescindible. En la primavera de 1957,
cuando contaba 81 años, C. G. Jung emprendió el relato de su vida con
la ayuda de su colega y amiga Aniela Jaffé. Pero en esta autobiografia
las anécdotas se ponen al servicio exclusivo de su concepción del
inconsciente y del hombre. No se recogen encuentros con otras
celebridades ni se pronuncian discursos sobre el curso del mundo. En
estas paginas conoceremos los años de formación, su ambivalente relación
con Freud, los viajes y los descubrimientos, y la gestación de una
religiosidad que surge de la fuente de imágenes originales que Jung
descubrió en el fondo del alma. Autobiografía interior de Jung en la que
confluyen su perturbador testamento vital y la radiografía de su
peripecia del espíritu: memorial analítico que por su propia naturaleza
escapa a toda clasificación.
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