¿Cómo es posible que Martin Heidegger, un hombre que adhirió al Nacional
Socialismo de Hitler y anunció el fin de la filosofía y del humanismo,
sea considerado como uno de los dos o tres filósofos que más influyeron
en las ideas de los más grandes pensadores del siglo XX? Sartre,
Habermas, Foucault, Lacan y Derrida, entre otros popes de la
posmodernidad, lo consideraban el 'rey oculto' de la filosofía, y al
mismo tiempo, el principal exponente de un descarriado misticismo
secular. Sus ideas sobre esta entidad que somos, que llamó 'Dasein', la
Nada, el ser en el mundo, el Ser y el Uno, aun hoy, resultan verdaderas
bombas de tiempo toda vez que un intelectual - o aspirante a serlo - las
desenvuelve. A pesar de la complejidad de su pensamiento y de la
densidad de su escritura. Y a pesar de la gran cantidad de material
analítico disponible sobre su obra.
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