El establecimiento de un diagnóstico quirúrgico consta de siete etapas, de las cuales generalmente sólo son necesarias tres o cuatro.
- Se lleva a cabo el interrogatorio y el examen general del paciente.
- Se buscan los signos físicos.
- El cirujano elabora mentalmente los signos recogidos en 1 y en 2 y deduce una conclusión lógica.
- Se efectúa el diagnóstico diferencial, que es también un proceso mental, principalmente de exclusión, que se reforzará, siempre que sea posible, con la búsqueda de nuevos signos fisicos.
- Se vizualizan las regiones interiores más accesibles por medio de ingeniosos tubos, tales como el cistoscopio, sigmoidoscopio, esofagoscopio, y broncoscopio.
- Se llevan a cabo investigaciones confirmatorias, por ejemplo, radiográfias, quimicas y bacteriológicas, generalmente efectuadas por un colega.
- Se lleva a cabo una biopsia o una operación exploratoria.
Si, después de agotadas las siete etapas, no se ha podido llegar a un diagnostico, existen dos posibilidades: la naturaleza cura al paciente de su enfermedad, y el diagnóstico permanece para siempre como una suposición: o bien el paciente muere y la autopsia, suprema corte de apelación, revela, si lleva a cabo, la afección padecida por el paciente.
Las siete etapas pueden titularse el "crescendo quirúrgico". Este libro trata principalmente de la segunda etapa y de la última parte de la cuarta.
"¡Datos, dadme datos!" exclamaba Sherlock Holmes. En las exploraciones que siguen se ha puesto especial empeño en enseñar al estudiante a extraer y a reunir datos sobre los cuales apoyarse para formular un diagnóstico razonado.
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