El psicoanálisis es, menos compasivo que el cristianismo.Dios Padre
perdona, nuestra ignorancia; el psicoanálisis no alimenta esa esperanza.
La ignorancia suscitar el perdón puesto que oculta, el goce, el gocé
que irrumpe en los agujeros negros de nuestro universo simbólico y que
se sustraen a la prohibición del Padre. Hoy en día, con la desintegración
del socialismo de Estado, estamos presenciando esta irrupción del goce
en el resurgimiento del nacionalismo y el racismo agresivos.Levantada la
tapa de la represión, los deseos que han aparecido están lejos de ser
democráticos. Para explicar está aparente paradoja -dice Slavoj ZiZek-
el pensamiento crítico socialista debe volverse hacia el
psicoanálisis.Porque no saben lo que hacen intenta comprender el
estatuto del goce dentro del discurso ideológico. Sumando a la
perspectiva hegeliana los aportes del psicoanálisis lacaniano, el texto
da cuenta, de estos atolladeros políticos e ideológicos. El propio goce
del autor con la cultura popular de este libro una lúcida exposición, en
la cual Hegel se da la mano con Rossellini, Marx con Hitchcock, Lacan
con Frankestein, la teoría superior con el melodrama de Hollywood.
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