La pregunta por la verdad es tan antigua como la filosofía
occidental, probablemente porque los seres humanos necesitamos creer no
sólo en verdades concretas, sino también en la existencia de la
Verdad. El gran pensador y ensayista Rüdiger Safranski explora en estas
páginas una cuestión esencial para la historia del pensamiento y que
filósofos y escritores como Rousseau, Kleist, Nietzsche o Kafka tensaron
al máximo: el hombre tiene la conciencia de ser un sujeto escindido,
separado tanto de sí mismo como del resto de la naturaleza, y necesita
las creaciones del arte y de la cultura para reconciliarse consigo
mismo y con sus semejantes.
Sin embargo, según Safranski, el anhelo metafísico de recuperar esa
unidad perdida, esa vida «verdadera», puede también enturbiar la vida
política y llevarnos a los peligrosos abismos del mesianismo y el
totalitarismo.
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