Intentemos estructurar, ahora, los datos que hemos ido aportando en
torno al concepto de núcleo de la actividad religiosa, experiencia
interior o soberanía.
Dicho núcleo consiste en el sentimiento
de lo sagrado, que es un caso o especie de la experiencia interior, de
la soberanía: todo sentimiento de lo sagrado es soberano y viceversa,
aunque no todo sentimiento-acto soberano es religioso (pues puede no
estar envuelto en una atmósfera religiosa, ritual, el juego, el arte,
son soberanos). Hemos dicho que el sentimiento de lo sagrado consistía
en el terror y la nostalgia que nos invadía ante un objeto de culto,
terror y nostalgia también son sentimientos. Lo importante es,
precisamente, el término `sentimiento`, que es solidario de `experiencia
interior`, pues, en efecto, no se trata de una situación externa,
procedente de los sentidos, sino de sensaciones internas, que invaden el
alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario