Adquirir buenos hábitos y desprenderse de los malos puede resultar difícil. Los neurocientíficos están revelando el modo en que se fijan o eliminan los hábitos en ciertas regiones del cerebro. Este conocimiento podría dar lugar al desarollo de trucos simples, nuevas terapias conductuales o medicamentos que nos ayuden a comer más vegetales o a dejar de mordernos las uñas. Ilustración de FOREAL.
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