En el norte de Turambul, había una señora que era la peor señora del
mundo. A sus hijos los castigaba cuando se portaban bien y cuando se
portaban mal. Los niños y todo el vecindario se echaban a correr en
cuanto veían que ella se acercaba. Hasta que un día, se cansaron de ella
y decidieron hacer algo para poner fin a tantas maldades.
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