Escrito con motivo del décimo aniversario de la muerte de Foucault, este
texto de Deleuze no idealiza, no claudica, no dramatiza, no escamotea
enfrentamientos y sin embargo, el solo hecho de nombrarlo siempre como
"Michel" destaca la figura del amigo y lo potencia en una palabra que
adquiere resonancias pasionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario