Presencia, presencia, es la primera palabra que llega ante un cuadro de
Bacon. La presencia o la insistencia. Presencia interminable.
Insistencia de la sonrisa más allá del rostro y debajo del rostro.
Insistencia de un grito que subsiste a la boca, insistencia de un cuerpo
que subsiste al organismo, insistencia de las
órganos transitorios que subsisten a los órganos cualificados. Y la
identidad de un ya aquí y un siempre con retraso, en la presencia
excesiva. Par todas partes una presencia actúa directamente sobre el
sistema nervioso y hace imposible el asentamiento o la distanciación de
una representación. La pintura da a ver la presencia,
directamente. Gracias a los colores y a las líneas, inviste el ojo. Pero
ella, al ojo, no lo trata como un órgano fijo. Liberando a las líneas y
a los colores de la representación, libera al mismo tiempo al ojo de su
pertenencia al organismo, lo libera de su carácter de órgano fijo y
cualificado: e1 ojo se convierte virtualmente en el órgano indeterminado
polivalente, que ve el cuerpo sin órganos, es decir, la Figura, como
pura presencia. La pintura nos pone ojos en todas partes: en el oído, en
el vientre, en los pulmones (el cuadro respira). Es la doble
definición de la pintura: subjetivamente inviste nuestro ojo, que deja
de ser orgánico para convertirse en órgano polivalente y transitorio;
objetivamente, alza ante nosotros la realidad de un cuerpo, líneas y
colores liberados de la representación orgánica. Y lo uno se hace por lo
otro: la pura presencia dei cuerpo será visible, al mismo tiempo que el
ojo será el órgano destinado de esa presencia.
cual es la clave para desencriptar la descarga?
ResponderEliminarHola Francisco, intenta descargar de nuevo. Ya arreglamos el inconveniente.
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