En el mundo contemporáneo las apariencias han sustituido a la realidad. No obstante, la fotografía, una tecnología históricamente al servicio de la verdad, sigue ejerciendo una función de mecanismo ortopédico de la conciencia moderna: la cámara no miente, toda fotografía es una evidencia. A partir de vivencias personales, el autor crítica esta creencia y reflexiona sobre aspectos fundamentales de la creación y de la cultura actual.
Además de un nuevo diseño, cubierta y encuadernación, esta nueva edición incluye un prefacio del autor, escrito en abril de 2011, en el que explica el origen y gestación de El beso de Judas así como su recorrido hasta hoy.
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